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‘La Gaviota’: una mujer usada y desechada por el poder

"Pobrecita. Es una mujer enojada, resentida, que reacciona como toda mujer enojada: con las herramientas que tiene a su alcance. Porque quedó como la dueña de la Casa Blanca y así va a pasar a la historia, al grado de que ni siquiera va a poder salir a la calle.", así describió la escritora Guadalupe Loaeza a la exactriz de Televisa Angélica Rivera, ahora que la historia de telenovela en Los Pinos se ha convertido en cuento de terror.




La esposa del usurpador Enrique Peña Nieto fue usada para encumbrar la popularidad del político, pero una vez en el poder, fue desplazada y su futuro no es nada halagador, asegura un artículo del semanario Proceso, publicado este domingo.

La pieza titulada "‘Gaviota’, la solitaria de Los Pinos", firmada por el periodista Arturo Rodríguez, recoge las impresiones de los escritores Guadalupe Loaeza y Alejandro Sánchez, quienes dibujan a una mujer inexperta en los círculos del poder, cuyo exhibicionismo detonó escándalos y la consecuente debacle de la imagen peñista.

“Ella tenía una trayectoria con muchos esfuerzos: ya había tenido un divorcio y la había pasado mal, con la responsabilidad de las tres hijas, con ganas de salir adelante. Trabajadora, luchona, conquistó la fidelidad del país que seguía sus telenovelas y, de pronto, toda su imagen se vino abajo”, aseguró Loaeza, quien ha sido cronista de otras esposas de políticos en México.

Angélica Rivera ha sido objeto del escarnio público por la posesión de una mansión en las Lomas de Chapultepec, construida y financiada por un empresario ampliamente favorecido con contratos públicos en gobiernos de Peña Nieto.

Loaeza además aseguró a Proceso que Rivera prepara un libro y aunque no entró en detalles, sí le dio un consejo, "Yo le recomendaría que cuente, que diga todo lo que le han hecho los feos".

La exactriz de telenovelas se ha convertido en el flanco más débil de Peña Nieto. Su relación con un contratista que se volvió millonario al amparo de los gobiernos de su esposo, provocó uno de los mayores escándalos en Los Pinos en México de los que se tenga memoria. Aunque ambos fueron absueltos de las sospechas por conflicto de interés, su reputación quedó permanentemente dañada.

Ahora cada movimiento de Rivera está bajo el escrutinio público, sus compras en exclusivas boutiques de Beverly Hills, sus paseos sola por Europa e inclusive los ademanes que tiene para con su marido.

La pareja está por cumplir tres años en la oficina, apenas es la mitad del camino.

Fuente: Zócalo

Anon Hispano

Colectivo ciudadano de información y análisis. Google

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