Policía de #Veracruz, involucrada en ataque de estudiantes a machetazos: familiares
“Para nosotros la reacción de la policía nos lleva a pensar que fue un caso coordinado con el grupo armado y exigimos que se tome como tal”, refirió Julián Ramírez, miembro de la organización Defensoría y Estrategias Integrales para los Derechos Humanos y el Territorio (Deside), que actualmente realiza el acompañamiento legal a los estudiantes de la Universidad de Veracruz, atacados por un comando armado el pasado cinco de junio.Encubrimiento y omisión por parte de las fuerzas de seguridad pública que llegaron a la escena del ataque y después de ser abordados por sujetos de civil, quienes les dieron órdenes y posterior a recibir llamadas telefónicas dejaron la vivienda donde se perpetró el ataque en Xalapa, con jóvenes aun mal heridos y ante la misma súplica de éstos que temían por su vida, los uniformados los abandonaron.
Aproximadamente a la una de la madrugada del pasado cinco de junio, ocho jóvenes universitarios, 4 hombres y 4 mujeres, fueron atacados violentamente por un grupo de hombres encapuchados, que con palos con clavos, bates de beisbol, maches y armas largas, atacaron a los estudiantes.
Tres de los jóvenes recibieron machetazos en la cara por el grupo armado, que además hirieron el resto de sus cuerpos con armas punzocortantes; otros resultaron con fisuras en la cabeza, mandíbulas dislocadas, fracturas en las manos, brazos y uno de ellos con fractura craneoencefálica. Además de contusiones múltiples, dos de ellos perdieron todos los dientes a causa de los golpes.
Tres de ellos fueron trasladados de un hospital público a uno privado, gracias a la solidaridad de muchas personas, actualmente se encuentran bien y están fuera de peligro. “El gobierno del Estado se ofreció, a las pocas horas del ataque, a pagar todos los gastos médicos y en primer momento priorizamos la salud de nuestros compañeros, porque creímos que de cierta manera era un reconocimiento por parte del Estado de pagar por lo que hizo”, indicó el activista.
Los familiares se vieron muy preocupados por la salud de sus hijos, porque en el Centro de Especialidad Médica, daban diagnósticos que se contradecían, por esta rezón los padres tomaron la decisión de trasladarlos a un hospital privado. “Estando ahí, se descartó un derrame, pero se encontraron seis nuevas fracturas en huesos y cara. Los estudiantes siguen estando muy afectados después de la violenta agresión, a muchos de ellos se les obligó a ver como con palos, bates de beisbol y armas, torturaban a sus compañeros”, informó Julián Ramírez.
“No exigimos justicia porque acá no existe, exigimos no repetición”
Se ha ido haciendo una reconstrucción de los hechos por medio de los testimonios, señaló Ramírez, hay quejas interpuestas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), pero no han sido atendidas; hay una averiguación previa y las denuncias puestas por los estudiantes y sus familiares por tentativa de homicidio, agresión con arma de fuego y lesiones.
“Lo que se está exigiendo más que justicia es la garantía de no repetición, conocemos como es la justicia en Veracruz y en México. Nosotros insistimos en que es un ataque parapolicial, varios de los estudiantes son activistas de medios libres, defensores del territorio, otro chico se dedica al rap protesta y han participado en acciones de denuncia por los desaparecidos”, sostuvo Ramírez.
Semanas antes del ataque-puntualizó el estudiante- circuló una lista creada por la Secretaria de Seguridad Pública (SSP), la policía federal, el gobierno de Veracruz para el Instituto Nacional Electoral (INE), donde señalaron a sujetos peligrosos, entre ellos algunos de los estudiantes atacados.
“Vamos a continuar por todas las vías posibles aclaración, justicia, garantías de no repetición y seguiremos denunciando que este fue un ataque para acallar voces”, concreta Julián Ramírez.
El estudiante rechazó la actuación de los estamentos de la universidad veracruzana y la señaló como patética y de algún modo cómplice. “La universidad trató de minimizar el ataque y desconocer a los agraviados. Los estudiantes exigieron a la rectora marchar junto con la comunidad para rechazar el ataque, más de doscientos maestros pedían que saliera con ellos a las calles y ni se movió. Todo esto hace parte de una estrategia que ya implementan en la universidad para coartar la libertad de expresión”.
Ante lo anterior, Ramírez informó que actualmente la administración de la institución educativa, quiere volver la seguridad de la universidad algo policial, pero para los estudiantes la seguridad empieza por prevenir y garantizar la cobertura educativa de todos sus alumnos, más cuando es una prosecución de carácter político y expresión.
Fuente: Desinformémonos
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